This Place Is Death
“This Place is Death” (Este lugar es muerte), es el quinto capítulo de la quinta temporada de Lost, emitido el 11 de febrero de 2009. Un episodio que mezcla tensión sobrenatural, revelaciones emocionales y saltos temporales cada vez más peligrosos. Y sí, ya solo con el título sabemos que las cosas no van bien.La historia empieza en 1988. Jin está con el grupo de franceses liderado por Rousseau. Tras el ataque del humo negro que arrastra a Montand y le arranca el brazo (sí, literalmente se lo arranca), la cosa se pone fea. Jin intenta advertirles, pero tres de ellos bajan igualmente por el agujero hacia el templo… y ya podemos imaginar cómo acaba la historia.Tras un nuevo salto temporal, Jin aparece meses después (enero de 1989), y el brazo de Montand sigue ahí, perfectamente seco. Porque en Lost, ni los animales tocan ciertas zonas de la isla, por si acaso.Más tarde, Jin presencia cómo Rousseau mata a su pareja Robert al descubrir que ya no es “él mismo”, sino algo poseído por la isla. ¿Explicaciones lógicas? Cero. ¿Emoción y drama? A tope.Y justo cuando Jin huye y parece perdido, ¡pum! Nuevo flash… y se reencuentra con Sawyer, Juliet, Locke, Faraday y compañía. Una escena muy emotiva porque todos creían que Jin había muerto en la explosión del carguero. 🧠 Charlotte, la gran revelación (y despedida)Charlotte, cada vez más afectada por los saltos temporales, empieza a recordar su infancia en la isla. Confiesa que su madre le negó que jamás hubieran vivido allí y que dedicó su vida a buscar ese lugar. También le revela a Daniel Faraday que él mismo fue quien, de niña, le advirtió que no volviera o moriría. Boom.Poco después, Charlotte muere en sus brazos, dejando a Faraday roto y al espectador con el corazón encogido.Locke, determinado a detener los saltos, se lanza a un antiguo pozo cerca de la orquídea. Antes de bajar, Jin le entrega su anillo de matrimonio y le pide que le diga a Sun que ha muerto, para evitar que ella regrese a la isla. Locke promete… pero sabemos que no cumplirá.Justo en medio del descenso, la isla vuelve a saltar en el tiempo, el pozo desaparece y Locke cae. Se rompe la pierna. Aparece entonces un viejo conocido: Christian Shephard, que le dice que fue un error dejar que Ben girara la rueda y que ahora debe corregirlo… y morir en el proceso. Todo muy animado.Locke, dolorido y medio cojo, llega a la famosa rueda congelada. La recoloca como puede y la gira. Antes de hacerlo, Christian le suelta un enigmático: “Saluda a mi hijo”. ¿Quién será?. Y con eso, ¡flash! Locke desaparece de la isla.Mientras tanto, en el mundo exterior… Sun encara a Ben con una pistola. Pero Ben, con su labia habitual, le dice que Jin está vivo y que puede demostrarlo. Le entrega su anillo y le promete llevarla con alguien que tiene pruebas. Kate se cabrea con Jack al descubrir que estaba fingiendo estar bien solo para convencerla de volver a la isla. Coge a Aaron y se larga. Sayid también se harta de todo y abandona el grupo. Al final, solo quedan Jack, Ben y Sun, que acaban yendo juntos a una iglesia misteriosa.¿Y quién está ahí? ¡Desmond! Y, cómo no, Eloise Hawking, que ya prepara ecuaciones, péndulos y velas para planificar el regreso a la isla. Aunque esta vez parece que no necesita reunir a todos. ¿Por qué? Nadie lo sabe. Lost style.Este episodio es clave para cerrar muchas incógnitas: vemos cómo muere Charlotte, entendemos por qué Rousseau desconfía de todos, descubrimos cómo Locke sale de la isla… y se empieza a montar el plan para regresar. Como dice Joan, sabemos el punto A y el C, pero aquí empezamos a rellenar el B.Un episodio que avanza tramas, conecta con momentos pasados (y futuros) y nos recuerda que en Lost, por muy perdidos que estemos… todo pasa por una razón. ¿O no?